martes, 19 de abril de 2011

02 El sargento Basilone.




'Hubo largos periodos en Guadalcanal que en verdad pesábamos que ninguno de los que estábamos allí sobreviviríamos, que podían prescindir de nosotros. La marina japonesa, llegó y hundió todos nuestros buques de apoyo'.

La marina estadounidense sufrió una de las peores derrotas de la historia.

'Nuestras provisiones, víveres y la mayoría de las municiones se hundieron con los barcos'.

En septiembre de 1942, dejaron solos a los marines en la batalla de Guadalcanal. No tenían ninguna provisión y, muchos de ellos, estuvieron a punto de morir de hambre.

'Sabíamos que nuestra marina nos había abandonado, que los japoneses tenían el control del mar y que sus tropas estaban aprovisionadas y las nuestras no'.

Miles de refuerzos japoneses llegaban a la isla y ametrallaban y bombardeaban a los marines continuamente.
Estando a merced de los militares japoneses, y sin disponer de ningún refuerzo naval, los marines lucharon contra otro enemigo: la selva de Guadalcanal.

Tras soportar más de un mes de guerra en la selva, los marines se enfrentaron a una ofensiva japonesa para recuperar el aeródromo que habían perdido.

'En Guadalcanal desarrollé una fórmula para sobrevivir... rezar y aguantar. Eso es lo que hicimos en repetidas veces.'